Hoy quiero platicarte acerca de lo que incluso ha sido para mí, ser mamá en este 2020, pues como sabes amo mi trabajo y paso demasiado tiempo en él. Últimamente recuerdo mucho el dicho que dice “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” … pues el hecho de que nuestros hijos fueran a la escuela, ya era una gran ayuda para que nosotras pudiéramos trabajar o encargarnos de la casa con tranquilidad, y aun así el tiempo no rendía para todo lo que teníamos que hacer.
Ahora que tenemos que hacer nuestro trabajo ya sea formal o en casa, también encargarnos del seguimiento en la educación, cumplimiento de sus responsabilidades a cada hora y organizarnos para cumplir con todo, termina siendo un verdadero reto que sin duda nos ha venido a cambiar la vida. Te confieso que he tenido días en que me he sentido al borde y con intenciones de rendirme, pero luego llega el fin de semana y me lleno de cosas que no tienen que ver con las responsabilidades diarias y en mi caso eso ha sido parte de mi salvación.
Más de eso quiero compartirte en este artículo, esas claves que me han ayudado a ser mamá en este año, con pandemia y todo lo que ello ha implicado.
Claves que deseo sean tan útiles para ti, como lo han sido para mí.
- Nuestros hijos son grandes maestros, que nos vienen a enseñar grandes lecciones. Y una de ellas es la PACIENCIA. Cuantas veces no la hemos perdido? También nos hemos enfrentado a grandes frustraciones, en donde tenemos dos opciones, o hacer grade nuestro berrinche (sí, también hacemos berrinches, a poco no? O manejamos nuestra frustración tratando de solucionar y mejorar la forma en que nos sentimos. Te das cuenta? Seguimos aprendiendo algo que exigimos a nuestros hijos, y no hay nada mejor que saber que se siente sentirse de esa forma para poder comprender el proceso por el que ellos pasan. (ojo: nunca dije ayudarles a solucionar, darles opciones, distraerlos, negociar, etc. ese proceso es interno y lo debemos hacer cada quien)
- Hay estrategias que No están funcionando, y hay que cambiarlas, pues a veces caemos en repetir y repetir, al igual que nuestros hijos, acciones que no están dando buenos resultados, o que no nos hacen bien. Dentro de las estrategias que yo misma he tenido que implementar se encuentran el salir a caminar con ellos a diario, pues tanto sedentarismo no nos está haciendo bien a nadie, limitar el uso de las pantallas al mínimo, pues la exposición durante sus clases ya es mucha, como para que el entretenimiento siga en el mismo lugar, además que ello estaba generando lo que mi hijo Hugo llamó una Ira incontrolable. Estos 2 cambios en nuestra rutina han sido de inicio un tanto difíciles, pero al ver los resultados y la ventajas en las que convivimos de forma más saludable generan una facilidad en la constancia.
- Este tiempo nos ha llevado a enfrentar cosas que probablemente estaban por ahí desde hace tiempo, pero nos era fácil evadir. Ejemplo de ello es ese sentimiento que todas tenemos en algún momento al creer que no estamos siendo la mejor mamá, pues creemos en el fondo lo pudiéramos hacer mejor. Y no es que lo estemos haciendo mal, esta sensación tiene más que ver con lo que sentimos o percibimos nosotras mismas, pues podemos ser duras a la hora de juzgarnos. Yo por ejemplo, le permitía usar videojuegos a mis hijos un poco más de lo que yo considero correcto, pues es más fácil que me dejen hacer cosas, pero en el fondo se que el hacerlo no me coloca como la mejor mamá (ante mis ojos, pues es con nosotras con quien nos debemos sentir satisfechas) o por ejemplo, intento poner hábitos nuevos, que de pronto dejo de supervisar, por ser más sencillo no hacerlo en un momento que me siento cansada. En resumen, este año nos ha llevado a hacer cambios que tal vez antes podíamos postergar y ahora se colocan en carácter de urgente resolver, pero al hacerlo nos sentimos más felices, y es aquí donde te invito a ver eso que ahora si estás haciendo, más que lo que aún no consigues acomodar, pues todo es parte del cambio.
- Estamos compartiendo más tiempo del que sin duda estábamos acostumbrados, nos ayuda el establecer horarios, pero también el plantearnos momentos de calidad que nos lleven a reírnos, a compartir experiencias, estar realmente acompañados y fortalecer nuestros lazos.
- Yo se que es muy fácil caer en repetir y mencionar con mayor frecuencia aquellas cosas que no están haciendo bien nuestros hijos con el fin de que las corrijan, pero ello no nos lleva más que a reforzarlas. El estar con más responsabilidades que de costumbre nos puede llevar incluso a ser todavía más enérgicas en aquello que queremos corregir, pero que pasaría si lo utilizamos a la inversa, y disfrutamos del hecho de que podemos también ver con más claridad y frecuencia aquellos progresos grandes y pequeños que podemos igualmente reforzar e incluso celebrar, para que les quede claro que es lo que esperamos pues es el mismo proceso de repetir, mencionar y reconocer lo que sí hacen bien, lo que logran por más pequeño que sea. Y si nos obsesionamos con estar súper atentas en lo que nuestros hijos son buenos, hacen bien y por si mismos, para impulsarlos y hacer florecer en ellos mas de eso?!
- El otro día estaba platicando con mi esposo, y el me decía que se notaba cuanto lo amaba, en una de esas noches que ambos estamos agotados, y uno de mis hijos dice: -Noto en tu expresión un tono de sarcasmo! Y nosotros nos soltamos riendo. Pero así de atentos están en la manera en que decimos y hacemos las cosas. Qué tal si usamos esto mismo para ser ese ejemplo que realmente los guie a sacar igualmente lo mejor en ellos? Con mucha facilidad ahorita nos dicen, incluso los más pequeños cómo es que les pedimos hacer algo que nosotros no hacemos, o porque a veces si cumplimos reglas y otras permitimos romperlas y hasta lo sugerimos. Ellos están tan al pendiente de que tan congruentes somos, que en base a ello toman no solo el ejemplo sino el respeto. Esta es una excelente oportunidad también para trabajar en nosotras mismas, pues nos necesitan felices, para igualmente enseñarles algo que sabemos como conseguir.
- Por último, este año nos ha llevado a ser más creativas, pues hemos adaptado ese espacio para la escuela, hemos organizado el tiempo para cubrir con todo como cada quién podemos y con los recursos con los que contamos. Y está bien!! Reconoce todo eso que haces día con día para adaptarte, pues es mucho. Recuerda que está bien sentirte agobiada en ocasiones, pero luego vuelve a buscar esas soluciones que están ahí para quién se arriesga a encontrarlas.
Cuando atiendo a mamás en consulta psicológica, siempre reconozco la gran labor que están haciendo a pesar de los errores que pudieran estar cometiendo, y estoy segura que si se vieran como las veo yo, no serían tan duras o no estaría tan a la defensiva, pues ser mamá es una bendición pero también un trabajo rudo que nos puede poner de cabeza en segundos, y cada una lo hacemos de la mejor forma que podemos.
Cuando buscamos ayuda es una gran paso, digno de admirar. Podemos percibir que lo estamos haciendo muy mal, pero en definitiva lo que tenemos que valorar es que lo que hacemos nunca es con la intención de hacer daño, sino todo lo contrario, y el comenzar a dar pequeños pasos hacía eso que te gustaría lograr ser, transmitir y sembrar en tu vida y la de tus hijos es invaluable. Celebremos también esos pequeños logros en nosotros.
Cristy Turcott
Conoce más de mi aquí: https://sanarte.thecortex.pro/sobre-mi/

One Comment on “7 CLAVES OCULTAS SOBRE SER MAMÁ EN ESTOS TIEMPOS”
Totalmente de acuerdo con tu publicación Cristy, yo también he crecido bastante en este periodo y a pesar de los retos pienso que nos han ayudado como familia a valorar las cosas más importantes. Saludos!