Comenzar a vivir con alguien que creíamos conocer, que tiene sus hábitos, prioridades, intereses, creencias, expectativas, entre otras cosas, hace que empecemos a percibir lo no tan bello de la persona que creíamos casi perfecta.

Luego va pasando el tiempo y te comienzas a sumergir en las responsabilidades, rutinas, en quien hace más que el otro; las injusticias, el te toca hacer… y terminamos sintiéndonos poco motivados, valorados y sobrellevando las situaciones diarias.

Y es que cada ser humano es tan diferente. Recuerdo un ejercicio que realizamos mi esposo y yo en el que teníamos que numerar del 1 al 9 según el orden de importancia precisamente de 9 aspectos que incluían la comunicación, el calor de hogar, la intimidad, los detalles, interesarse en sus gustos, involucrarse en la economía del hogar, etc. Fue una total sorpresa conocer sus prioridades, era completamente diferente lo que él esperaba de mí, como lo que yo deseaba de él.

Como se imaginarán yo soy algo profunda y me encanta filosofar sobre algunas cosas de la vida, comprender las relaciones y como es que percibimos nuestro entorno, así como a nosotros mismos. Mi esposo es muy práctico y sencillo, le encantan las plantas, los peces y puede contemplarlos por horas, disfrutando de cada movimiento y en silencio. Somos polos opuestos que se atraen, y nos complementamos muy bien, aunque no fue siempre así.

Una de las claves que nos ha permitido mejorar nuestra relación es la libertad, el me respeta y deja que yo viva mis sueños, intereses y planes, y yo los de él. No trato de controlarlo, ni él a mí. Somos dos personas que elegimos estar juntas y disfrutar de nuestra compañía y nuestros hijos.

Sin embargo, créanme que llegue a pensar que no funcionaría. Que nuestras diferencias y pequeñeces se multiplicarían y provocarían que nos distanciáramos cada vez más.

El camino de amar a tu pareja no es sencillo, más hoy comparto contigo algunas herramientas que puedes considerar para poder emprender una mejoría en tu relación.

  • Busquen proyectos juntos. A veces las responsabilidades son aspectos que no disfrutamos tanto porque están dentro de los –tienes que! Y es muy recomendable buscar promover momentos en donde quieran hacer o compartir algo juntos, que entusiasme a los dos.

  • El cambio comienza por ti.  Tenemos claro que es lo que quisiéramos que nuestra pareja cambiara, y probablemente también que es lo que espera o quisiera de nosotros. Es solo que al querer que el otro cambie primero entramos en una circularidad en la que solo hacemos eso; esperar. Y así se nos pueden ir los meses, los años y la vida.

  • La comunicación es el ingrediente principal.  Habla acerca de cómo te sientes, intentando hacerlo en primera persona, es decir- yo me siento… en lugar de en la primera oportunidad mencionar el –es que tú … debido a que el usar el tú, crea una barrera en la que inmediatamente reaccionamos a la defensiva.

  • Menciona lo que te agrada de tu pareja. Cuando somos novios puntualizamos tanto lo positivo de nuestra pareja, razón por la cual seguimos haciendo cosas en ese sentido. Luego esto disminuye demasiado cuando nos acostumbramos y no valoramos lo que nuestra pareja hace  bien, con el énfasis de cuando hace algo que no nos agrada.

  • La satisfacción en la actividad sexual es importante. Y la verdad es que ésta parte tiene más connotación psicológica que sexual. El juego, el humor y la fantasía no deben de faltar. La atención a esta área es otra forma de garantizar la integración en la relación de pareja.

  • Hábitos y detalles diarios. En el día a día es muy reconfortante saber que somos importantes para nuestra pareja, y que no solo nos buscamos o nos vemos como extraños que tienen que realizar ciertos roles, sino que el realizar pequeños detalles diarios, que incluso no nos quitan tiempo, pueden generar un ambiente y estado de animo de alegría, además de mejores actitudes.

  • Aceptar la forma de amar. Muchas veces esperamos que nos demuestren el amor de determinada manera, más si ya sabemos cómo es que nuestra pareja demuestra su amor, no entiendo por qué a veces esperamos que lo haga de otra forma.

  • Desarrolla la empatía. Ante las dificultades que a veces enfrentamos es muy conveniente escuchar efectivamente y tener la capacidad de percibir cómo se siente nuestra pareja. A veces solo con esa muestra de afecto y escucha es suficiente para sentirnos mejor, a que si queremos tener la respuesta perfecta o la razón.

  • Tiempo especial. Dedicarnos una hora mínimo a la semana como pareja, sin responsabilidades, trabajo, hijos, etc. es una forma muy efectiva de nutrir la relación. He escuchado muchas parejas que postergan este tiempo o bien nomás no lo tienen, y es muy necesario.

  • Reconoce porque es valios@. Cuando te sientas desconectado con tu pareja, en lugar de estar pensando aquellas cosas que no te agradan, repasa todas aquellas cualidades por las que agradeces su presencia en tu vida. Cambia tu percepción y las situaciones se alinearan con esa sintonía.

Este tema es muy amplio. Podría seguir nombrando cosas importantes a considerar para mejorar la relación, pero si comenzamos con estas, estoy segura que marcará una gran diferencia.

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